El pasado mes de marzo, asistí a un curso intensivo en Bogart Makeup. Bogart es una escuela de maquillaje que se encuentra en Madrid y está dirigida por Baltasar González y Óscar Arenas. Son dos maquilladores de referencia tanto el panorama nacional como en el internacional.
Al terminar mi máster de maquillaje, decidí profundizar en algunos aspectos o técnicas para mejorar y tener otros puntos de vista. Entre ellos, estaba la piel, ya que creo que es uno de los pilares fundamentales de un buen maquillaje. Si falla la piel, el maquillaje entero queda deslucido. Inmediatamente pensé en Bogart para profundizar en este aspecto.
El curso sobre piel dura un fin de semana, es un total de 16 horas destinadas completamente a este tema. Se hace un poco corto y te quedas con las ganas de quedarte allí a hacer el curso completo, porque es tan distinto a todo lo convencional que no puedes dejar de preguntarte todo lo que te estás perdiendo en cuanto a todas las técnicas de maquillaje que estos dos profesionales pueden aportarte.
El primer día del curso fue impartido por Baltasar. Durante ese día primero analizamos la piel históricamente en cuanto a lo que se le ha pedido a lo largo del tiempo. Cuando se estudia la retrospectiva del maquillaje, vemos que en cada periodo de la historia hay una piel ideal, ha ido cambiando tanto de tono como de textura. La charla con Baltasar resultó especialmente interesante porque no sólo abordamos el lado más pragmático de la piel, sino su lado más filosófico…qué simboliza a lo largo de la vida y cómo podemos relacionarla con la muerte. Es decir, conforme envejecemos, nuestra piel inconscientemente nos recuerda el inexorable final, y todos nuestros intentos van destinados a alejarnos de este, al menos visualmente; ya sea a través del maquillaje, de los tratamientos cosméticos o de la cirugía.
El resto del día nos centramos en la colorimetría. En esta parte estudiamos los pigmentos que componen las bases de maquillaje, entendiendo cada uno de ellos y sabiendo para lo que sirven, para poder crear un tono perfecto para cada persona, conociendo todos los matices que pueden existir en un tono de piel y cómo conseguir una base de maquillaje que se adapte perfectamente a ellos. Además aprendimos a tapar imperfecciones, pero de manera totalmente distinta a la que se aprende convencionalmente.
Además de esto, Baltasar nos expuso las dos teorías del color existentes, para luego desmontarlas y mostrarnos lo equivocadas que resultan a efectos prácticos. Después practicamos con dos modelos distintas lo aprendido, creando el tono perfecto para cada una.
El segundo día lo impartió Óscar y fue más técnico. La primera parte de la mañana, se trató de una charla en la cual Óscar nos fue desmontando falsos mitos existentes en cuanto a lo que creemos con respecto a las bases de maquillaje, las hidratantes, los fijadores, los polvos…Todo lo que nos rebatía lo iba demostrando de manera práctica, para dejar constancia de ello.
Después de todo esto, cambió por completo la textura de una base de maquillaje, convirtiendo una base mate y cubriente en otra poco cubriente y satinada. A continuación hizo una demostración de aplicación con dos técnicas diferentes. Después, lo hizo a la inversa, es decir, convirtiendo una base poco cubriente y satinada en otra mate y muy cubriente y pasó a aplicarla.
Con esto nos demostró que nosotros como maquilladores no dependemos del producto, si no que podemos manejarlo a nuestro antojo para crear distintos acabados para según qué tipo de piel y según qué ocasión, así como conocer técnicas de aplicación que alargan la duración de la base de maquillaje.
Por la tarde, practicamos todo lo aprendido por la mañana, convertir bases de maquillaje y aplicarlas de manera distinta a lo convencional. Mientras ibamos realizando la aplicación Oscar iba pasando para corregirnos y ayudarnos en lo posible si teniamos alguna dificultad.
Por último, volvimos a sentarnos para exponer dudas sobre productos, aplicaciones, tonos, etc. Óscar nos dió recomendaciones a la hora de elegir los productos mejores para trabajar, nos aportó soluciones a algunos problemas que podrían surgirnos y cómo proceder en cualquier situación.
En definitiva, el curso está creado para abrirnos los ojos, hacernos más independientes del mercado y darnos las herramientas necesarias para crear nuestros propios productos y saber por qué hacerlo de esa manera. En todo momento, en Bogart se enseña por qué hacer cada cosa, no te dan una directriz, sino que al enseñarte cualquier técnica va acompañada de la teoría en la que se apoya, lo cual te hace entender el proceso y poder adaptarlo a tu gusto o necesidades.
Me ha encantado la experiencia y pienso repetir curso con ellos cuando me sea posible. De momento asistiré también al intensivo de ahumados y seguro que la experiencia es tan gratificante como la vivida en el curso de piel.